LA CONCIENCIA DE LOS HIJOS
TAREA DE LOS PADRES
SU FORMACION
Es tarea indiscutible de los padres y madres formar la conciencia de sus
hijos. Ir llevándolos poco a poco, desarrollando una conciencia clara, recta,
formal, sana… donde los hijos aprendan a discernir entre el bien y el mal. Poder desde pequeños
conocer que están llamados a vivir conforme al gusto divino, que hemos nacido
para ganarnos el Cielo… para caminar por el camino de la vida ganándonos el
premio de gozar de la felicidad eterna.
Es de los padres y madres ir llevando a los hijos desde temprana edad a
conocer que cosas son de Dios, cuales nos llevan a una amistad sabrosa con
Dios, que es y que no es del agrado de Dios…Conocer aquellas que el mundo nos presenta y debemos
decir “NO” con entereza, valentía, heroicamente… porque somos diferentes… somos
de Dios… y con Dios debemos siempre vivir…y huir de todo lo que nos aparta y
aleja de Dios.
Un buen ejemplo: Dios creó las playas para nuestro sano disfrute… se puede
ir a la playa, claro que si, en familia y pasarlo bien… con Dios en medio. Un
traje de baño adecuado, a la moda pero sin enseñar lo que no hay porque dejar
al descubierto…el cuerpo humano es templo del Espíritu Santo, no mercancía para
venderse. La pureza, la modestia son virtudes que Dios quiere sus hijos posean…
son joyas preciosas con las cuales los hijos de Dios adornan sus cuerpos, sus
vidas.
Que pide el mundo… “desnuda tu
cuerpo enseñando todo lo que puedas, mostrar tu cuerpo eso es arte… eres libre
para usar lo que desees…estas en el nuevo siglo, nuevo milenio… el mundo ha
evolucionado, sigue la corriente… goza de la vida… no tengas miedo… deja salir
tus instintos…etc.”
Hay que enseñarles a los niños que Dios nos quiere en medio del mundo,
disfrutando de las cosas que ha creado para nuestro disfrute…pero con una
conciencia clara del valor de nuestra fe, del valor de las virtudes que se
deben siempre tener presente y cultivar, del verdadero valor de la moral… que con Dios
en el corazón se puede disfrutar sin caer en el peligro de dejarnos arrastrar
por los engaños del mundo porque no somos de este mundo, caminamos hacia la
verdadera patria.
Es necesario mantener la comunicación con los hijos, acostumbrarse a esa comunicación sincera, clara, sencilla
donde se va enseñando con el ejemplo. Debemos procurar que los pequeños se acostumbren
a decir siempre la verdad. ¿Por qué? les
pueden preguntar. Hay que responder convencidos del por qué… Porque la verdad
es como una preciosa joya que hay que
lucir en todo momento, porque la verdad nos acerca a Dios, porque la verdad
agrada a Dios, porque Dios quiere que sus hijos sean como Él, siempre
permanezcan en la verdad. Enfatizar que la verdad nos hace libres, nos regala paz, nos
regala alegría. Los hijos consientes de esto pueden enfrentarse al mundo sin
miedo de ser arrastrados como un santo Domingo Savio, una Laura Vicuya… una
Mari Carmen…que gritaron al mundo “antes morir que pecar” con sus vidas santas.
Es necesario que los hijos conozcan el verdadero significado y las
consecuencias de la mentira. Reconocer como se transforman las personas cuando
mienten, pierden la verdadera alegría y la paz porque siempre tienen que estar
preocupados que no lo descubran en su mentira. La mentira es como una bola de
nieve una vez dicha, va rodando y rodando hasta formarse una avalancha. Además
de enseñarles que mentir es pecado mortal.
¿Pero qué hacer cuando no se puede decir la verdad de momento? Guardar
silencio pero nunca mentir.
Ustedes como padres y madres están llamados a ser testigos fieles de esa educación,
testigos de esa conciencia real y verdadera. Reconoced que los hijos aprenden más
que con palabras con el testimonio del ejemplo de los padres. Padres santos… hijos santos… Padres
mentirosos… hijos problemáticos…
En esa educación y formación de conciencia les doy unas ideas que pueden
ser pie para ustedes sacar sus propias creaciones.
Como ayuda les presento dos ejemplos de una pequeña contabilidad del examen de conciencia
diario, donde los niños, con la ayuda de mamá y papá van descubriendo como han
vivido los deberes, las virtudes, los mandamientos, la moral, la fe… adaptada a
sus necesidades y edades. Pueden dibujar o pegar las caritas felices, los
corazones o los símbolos que se escojan,
La familia se reúne
por la noche antes del descanso, después de orar en familia, y cada miembro
toma su papelito… lo lee en voz alta.
Al otro día cuando la familia vuelve a reunirse en casa, los padres deben propiciar
el momento para hablar y comunicar la experiencia en la asignación espiritual
del día. De este modo los hijos ven a
los padres que unidos a ellos van caminando en la conquista de una sana
conciencia y una solida fe compartida como familia.
¿Qué les parece? Reconozco que solo
aquellos padres y madres que verdaderamente toman en serio la fe, y la santidad,
desean llegar como familia al cielo… les
interesara mi propuesta espiritual… Ojala sean muchos las familias que han
tomado en serio la santidad como familia… porque no somos de este mundo…
nuestro caminar es el regreso a “casa”… en la eternidad…
Desde la Soledad del Sagrario
Desde la Soledad del Sagrario
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