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¿Qué es un
Valor? |
“Contigo maestra hasta un ciego aprende”. Esta fue la nota
de gratitud que una alumna de ocho años escribió a su maestra el último día de
clases.
. ¿Qué necesita un ciego para aprender? Dedicación, paciencia,
perseverancia, guía constante, claridad, aceptación de su limitación, etc...
Tras este comentario existe algo más que la alumna ha recibido de su maestra,
algo que no sólo se da por los datos que se aportaron a su inteligencia, sino
por una constante enseñanza y formación en valores.
Pero podemos
preguntarnos ¿Qué es un valor? ¿Cuántos valores existen? ¿Cuál de todos es el
más importante?¿Cómo enseñar y formar en valores?
Antonio Argandoña ,
profesor de la Cátedra de Economía y Ética y Secretario General del IESE,
Universidad de Navarra. Nos presenta algunas tesis que pueden ayudarnos a dar
respuesta a estas preguntas.
INTRODUCCION
Mi objetivo es
contribuir al debate sobre la calidad de los valores que profesamos y vivimos,
sus fortalezas y deficiencias, si es legítimo intentar cambiarlos y cómo se
puede conseguir esto. En concreto, me interesa analizar en qué puede consistir
un debate sobre los valores y cómo puede ponerse en marcha. Porque los valores
suelen ser apreciados en nuestro entorno cultural algunos más que otros y, sin
embargo, se evita a menudo la discusión abierta sobre ellos.
Esto puede
deberse a que la manera de entenderlos excluye precisamente ese debate. "Yo
tengo mis valores parecemos decir y tú tienes los tuyos; yo no intentaré
convencerte de que mis valores son mejores que los tuyos; respeta tú también mis
actitudes axiológicas, porque -y este es un supuesto que me parece que impregna
muchas de las discusiones sobre el tema- no hay criterios objetivos para
defender la primacía de unos valores sobre otros". De modo que quien censure los
valores ajenos (o, al menos, algunos de ellos, más "políticamente correctos")
corre el riesgo de aparecer como intolerante o fanático, algo que se considera
inadmisible a la hora de construir una convivencia democrática. Pero la
aceptación de estas hipótesis convierte el diálogo sobre los valores en algo
insípido, e incluso cínico.
El método que utilizaré en este trabajo será
la presentación de un conjunto de tesis de contenido y alcance muy diferentes,
más aún, algunas de ellas son más hipótesis provisionales que resultados
contrastados. Empezaré tratando de algunas ideas generales sobre los valores,
para ocuparme luego de los valores individuales y sociales, de los niveles y la
jerarquía de los valores, de su variedad y objetividad y del relativismo
axiológico, del declive o crisis de los valores y de cómo se forman y
consolidan, para acabar con las conclusiones.
Antes de continuar, me
parece importante aclarar que el punto departida de mi análisis no es la
defínición de los valores (es poco probable que nos pongamos de acuerdo sobre
ella), ni siquiera "mi" definición (pues las probabilidades de aceptación son
aún menores), sino la idea vaga, imprecisa y quizás poco coherente con que ese
término se utiliza en el lenguaje popular y en los medios de comunicación.
Porque no pretendo dar una explicación teórica sobre los valores, sino explorar
hasta dónde podemos llegar en el debate sobre los mismos, partiendo de la
concepción popular vigente y soslayando, en la medida de lo posible, las
dificultades que presenta la diversidad de puntos de vista. De ahí que, por
ejemplo, no intente, en ningún momento, dar una definición de
valores.
LOS VALORES
Empecemos con una afirmación de
existencia:
Tesis 1: Todos los hombres y mujeres llevan a cabo
valoraciones.
Esto es así aunque no seamos conscientes de ello.
Estamos juzgando y valorando continuamente las cosas, los acontecimientos, las
informaciones, etc., para decidir y actuar. Y valorar es crear o atribuir
valores.
Pero me parece que cuando hablamos de "valores" pretendemos ir
más allá de la mera "valoración" de cosas, acontecimientos o personas concretas.
Cuando manifestamos que la última película que hemos visto es "buena" o "rnala"
estamos haciendo un juicio de valor, pero probablemente no afirmaremos que ese
juicio forma parte de "rnis valores", como lo diríamos de la lealtad, el sentido
de la justicia o la tolerancia. Por ello, me parece que podemos
afirmar
Tesis 2: Los valores motivan y definen las decisiones de las
personas "desde dentro" de ellas mismas.
Lo que implica una cierta
consistencia, arraigo o permanencia, más allá de las meras valoraciones
ocasionales. Debo reconocer que esta distinción entre "valoraciones concretas" y
"valores" es ambigua, pero me parece que eso es lo que eso es lo que encontramos
en el debate sociológico y ético sobre el tema. Las valoraciones concretas
pueden ser consecuencia de los valores (la película me gusta porque destaca el
sentido de la justicia, que forma parte de mis valores), o de meros gustos o
preferencias (me gusta el helado de vainilla).
En este sentido, los
valores se parecen a las virtudes. Y sospecho que lo que queremos decir cuando
afirmamos, por ejemplo, que nuestra sociedad considera a la justicia como un
valor, es que sus ciudadanos tratan de vivir la justicia como virtud. Pero el
hombre de la calle, los medios de comunicación y no pocos expertos parecen
preferir hablar de valores y no de virtudes. Por ello, no insistiré en la
proximidad entre ambos, entre otras razones porque:
1) Algunos valores
tienen un contenido más social o político que ético y, por tanto, no pueden
identificarse directamente con las virtudes. Tal es el caso, por ejemplo, de la
democracia (lo que no quiere decir que la práctica de la democracia no implique
o exija el ejercicio de virtudes).
2) Los valores no forman una "segunda
naturaleza" en los sujetos, como ocurre con las virtudes. Uno puede adherirse a
la veracidad como valor, y tratar de comportarse de acuerdo con él, pero no
tener adquirida la virtud de la veracidad, porque le falta el hábito de ser
veraz. En este sentido, los valores tienen un sentido más ligero, menos
arraigado y, probablemente, más mudable que las virtudes, aunque, a la larga, si
uno se esfuerza por vivir siempre de acuerdo con la sinceridad como valor
acabará viviendo la sinceridad como virtud (quizás sin saberlo).
Tesis
3: Los valores tiene una dimensión subjetiva.
Porque no hay valores
sin alguien que valore. Ahora bien, esa dimensión no agota el contenido de los
valores, que hacen siempre referencia a realidades que merecen ser valoradas
porque son buenas (pero somos nosotros los que las valoramos así). Volveremos
más adelante sobre este tema que, por ahora, nos permite
presentarla
Tesis 4: La palabra valor tiene un sentido
ambiguo.
No tanto porque la apliquemos a diversas realidades
culturales, sociológicas, económicas o éticas la pluralidad de significados de
las palabras forma parte de nuestro lenguaje desde sus orígenes, sino porque no
hay una definición de valor universalmente aceptada, de modo que utilizamos el
mismo término para contenidos distintos. Pero esto significa
que:
Tesis 5: En los debates sobre valores suele haber muchas
discrepancias.
Lo cual no nos debe extrañar, ni debe desincentivar el
diálogo. Pero si al lector no le parece que, efectivamente, hay agrias polémicas
sobre los valores, es quizás porque ha oído hablar poco de ellos. Y es
que
Tesis 6: En nuestra sociedad (occidental, europea, española) hay
un cierto pudor, una resistencia a hablar de los valores.
Y más aún a
intentar convencer a otros acerca de algo que tenga que ver con los valores
(pero esta es una tesis sobre nuestra cultura, no sobre los valores). Ahora
bien, no debemos dejarnos amilanar por estos comentarios, porque
Tesis
7: La ambigüedad de la palabra "valor" puede ser una ventaja a la hora de
iniciar un debate sobre los valores.
En efecto, es este un término
"light" con el que se puede evitar el uso de otros más compactos y precisos
(virtud, principio, norma), que suelen exigir una mayor finura en la discusión,
y que pueden provocar recelos (infundados en el plano científico, pero, a
menudo, presentes en el ideológico). De este modo, a partir de afirmaciones
genéricas sobre las causas de conductas incorrectas (insolidaridad,
discriminación contra las minorías, violencia, consumismo, ... ), es
relativamente fácil orientar el debate hacia los valores ausentes.
La
debilidad de la tesis 7 se pone de manifiesto cuando la formulamos al revés y
afirmamos que los esfuerzos por precisar el concepto de valor pueden ser
contraproducentes. Porque si, como decían los escolásticos, "donde no hay
distinción hay confusión", empezar con conceptos explícitamente confusos no
puede ser una vía adecuada para un diálogo fructífero. Pero, como ya he dicho
más arriba, mi propósito no es presentar aquí una definición de valor, sino
trabajar a partir del concepto popular, impreciso, del mismo.
Tesis 8:
Los valores se identifican mediante el discurso (encuestas, declaraciones,
etc.), pero, sobre todo, mediante la observación.
Aquí se cumple lo
de "obras son amores, y no buenas razones": las respuestas a las encuestas sobre
los valores de las personas o de las colectividades deben contrastarse siempre
con los hechos.
En este punto se aprecia, de nuevo, la diferencia o la
proximidad entre valores y virtudes. Afirmamos que una persona es justa no
porque lo diga, ni siquiera porque un día lleve a cabo una decisión justa, sino
por su actitud permanente y práctica de actuar justamente. En el caso de los
valores, solemos admitir con más facilidad, por ejemplo, que los valores
manifestados en las respuestas a un cuestionario son los que, efectivamente,
poseen y viven los que contestan al mismo. Pero, estrictamente hablando,
deberíamos contrastarlos con sus conductas. 0 sea,
Tesis 9: Los
valores lo son en la medida en que guían a la acción.
Porque, en
efecto, los valores motivan y definen la acción humana, desde dentro del hombre
mismo. Pertenecen al ámbito del conocimiento, pero se orientan a la
acción.
La tesis 8 admite otra presentación más
ilustrativa:
Tesis 10: Los valores se explicitan en las decisiones en
la medida en que existen en laspersonas o en las colectividades.
Esto
vale para todas las decisiones, pero especialmente para las difíciles o
arriesgadas, porque es entonces cuando se ponen mejor de manifiesto los valores
que se poseen y la profundidad con que se poseen (y, de nuevo, la frontera entre
valores y virtudes resulta borrosa).
VALORES PERSONALES Y
SOCIALES
TESIS 11: Los valores se predican de laspersonas y de las
colectividades, pero de diferente manera.
Por eso hablamos de valores
individuales o personales y de valores colectivos o sociales.
Ahora bien,
si una persona es tolerante, y otra también lo es, y una tercera, y otra,
¿podemos concluir que la sociedad formada por todas ellas será tolerante? Sí,
pero sólo como condición de posibilidad. Para hablar de un valor social pedimos
algo más, porque la sociedad no es un mero agregado de personas, sino que tiene
una entidad propia: unos fines propios, no necesariamente coincidentes con los
de sus miembros, una organización, reglas, normas, instituciones, costumbres,
etc. (aunque esta afirmación no la aceptarán algunos
individualistas).
Por ello, la tolerancia será un valor social no sólo
porque la mayoría de los individuos sean, cada uno por separado, tolerantes,
sino en la medida en que comprometa las actuaciones de laspersonas, no sólo
individual, sino también socialmente, como colectividad, es decir, incluyendo
sus instituciones, leyes, costumbres y conductas. Son las personas las que
deciden actuar de acuerdo con ciertos valores, pero el acuerdo (habitualmente
implícito) de todas las que forman una sociedad (o de una gran parte de ellas)
de vivir de acuerdo con esos valores los convierte en valores colectivos o
sociales.
De este modo, la dimensión social de los valores añade a la
dimensión personal un entorno (instituciones, leyes, incentivos, costumbres,
premios y castigos, motivaciones, etc.) que trata de conseguir, como mínimo, que
las conductas no sean contrarias al valor y, como ideal, que las personas se
adhieran al valor, aprendan a ponerlo en práctica y vivan de acuerdo con el
mismo, lo que, a su vez, reafirmará el papel de aquellas instituciones y normas.
Por su parte, la dimensión personal de los valores el convencimiento con que
cada persona los vive, más o menos independientemente de su entorno; las razones
por las que se solidariza con ellos, etc.añade, sobre todo, firmeza a la
práctica promovida por la comunidad. Pero no sólo eso, porque
Tesis
12: Los valores personales no tienen por qué coincidir con los
sociales.
Y, de hecho, a menudo no coinciden. Y las relaciones entre
ambos tipos de valores son complejas: coherentes o discrepantes, más o menos
coherentes o discrepantes, con todos los matices. Ambos tipos de valores
coexisten (lo que no crea problemas cuando son coherentes, pero sí cuando son
discrepantes), se interrelacionan y se influyen mutuamente. Y como los hombres y
mujeres formamos parte de numerosos grupos, de numerosas comunidades, con
diversos grados de permanencia y compromiso, esas relaciones de coherencia y
discrepancia se multiplican, y aquellas interrelaciones e influencias pueden
presentar trayectorias dinámicas muy complejas.
Este posible conflicto
tiene dos dimensiones: una, social cada agente puede pensar y actuar de manera
distinta a los demás de su entorno, y otra personal, algunos valores del
individuo entran en conflicto con otro valor, también personal, que es el que le
mueve a actuar de acuerdo con los criterios de la comunidad a la que pertenece
(lealtad, conformidad, sentido de pertenencia, compromiso con el bien común,
gregarismo ... ). La resolución de ese conflicto dependerá, entre otros
factores, de los mecanismos que la sociedad emplee para conseguir la adhesión de
los ciudadanos (por ejemplo, la coacción legal o social que ejerza), de la
naturaleza y permanencia de los lazos de la persona con la comunidad, de la
madurez de los miembros de la misma, etc.
De lo anterior podemos deducir
también la
Tesis 13: Es muy probable que la gama de valores de una
persona presente contradicciones, y más aún la de una sociedad
Esto
puede ocurrir porque ha elegido o aceptado valores contradictorios. 0 porque los
está cambiando, y algunos de los nuevos valores no se compaginan con algunos de
los antiguos. Pero vivir instalado en la incoherencia no es fácil ni, a la
larga, compatible con la estabilidad psíquica, emocional y moral de la persona,
debido a la existencia de procesos de aprendizaje individual y social y a la
consiguiente adaptación de las conductas. Por tanto,
Tesis 14: Las
contradicciones en los valores no pueden ser permanentes.
Al menos si
se trata de valores que definen la trayectoria de las personas o de las
sociedades. En definitiva, "o se vive como se piensa, o se acaba pensando como
se vive", aunque el proceso de ajuste puede ser muy largo, y la capacidad de las
personas para actuar en situaciones de ambigüedad axiológica puede ser muy alta,
aunque con costes no despreciables.
Podemos acabar esta sección con una
perogrullada:
Tesis 15: Los valores son cambiantes: pueden cambiar y,
de hecho, cambian.
Del cambio en los valores nos ocuparemos más
adelante.
NIVELES DE VALORES
TESIS 16: Los valores (cada
uno de ellos) admiten grados en la forma como se poseen o viven.
En
efecto, una persona o una comunidad puede ser más o menos tolerante, solidaria,
laboriosa, etc. (puede ser tolerante siempre, o sólo en ciertos casos, o con
ciertas personas, etc.). Por ello, afirmaciones como "nuestra sociedad es
intolerante" deben ser matizadas. Y, además,
Tesis 17: Existen niveles
o jerarquías de valores.
Aquí nos referimos a la jerarquía subjetiva
de los valores, en el sentido de que cada persona o sociedad concede más
importancia a unos valores que a otros (sea con carácter absoluto, o dependiendo
de las circunstancias).
La existencia de esa jerarquía es importante,
porque permite entender (y explicar, y resolver) tanto las relaciones entre
valores como las contradicciones axiológicas. Si se trata de valores de distinto
nivel, en principio el de nivel superior adquiere precedencia sobre el inferior,
de modo que, en este caso, no se puede hablar de un verdadero conflicto de
valores (lo que no significa que su solución sea banal, sobre todo en el plano
emocional). Y si se trata de valores del mismo nivel, el agente decidirá en
función de la prioridad de uno de ellos (en general, o en cada caso concreto), o
por el recurso a un valor superior, o por otros medios, como el uso de reglas
prácticas (sobre todo en valores de bajo nivel) y la consideración de las
circunstancias (que pueden hacer que un valor adquiera prioridad sobre los
demás).
Tesis 18: Los valores de orden superior suelen referirse a
losfines (valores finales o básicos), y los de orden inferior, a los medios
(instrumentales o no básicos).
De todos modos, es posible que los valores
instrumentales al servicio de fines de mayor nivel dominen a los valores finales
de orden inferior.
Tesis 19: Si el contenido de los valores cambia, la
jerarquía de los valorespuede cambiar también.
Y, de hecho, cambia.
Por ejemplo, la aparición de inmigrantes procedentes de otra cultura y religión
puede obligar a una sociedad a replantearse su concepto de tolerancia y,
seguidamente, el papel de ese valor, junto con otros como unidad, solidaridad,
trato no discriminatorio, etc.
Tesis 20: Los valores de nivel superior
(aquellos que no ceden a otros valores, y hacia los que se orientan los valores
de nivel inferior, los instrumentales) suelen ser más
permanentes.
Los valores superiores son los que nos llevan a ser la
persona que somos; de ahí su permanencia. Pero la firmeza en los valores
superiores no es síntoma de intolerancia.
Tesis 21: Los valores
superiores cambian, principalmente, cuando lo hace el paradigma teórico del
sujeto (paso de la fe religiosa al ateísmo, por ejemplo), cuando aparecen
problemas o circunstancias nuevos e importantes (convulsiones sociales, cambios
políticos, enfermedades graves, etc.), cuando las contradicciones entre los
distintos valores mantenidos por el sujeto se hacen más agudas, cuando se
producen discrepancias importantes con los valores del entorno en que uno vive,
etc.
Esta es una lista abierta, pero indicativa de las causas que llevan
a revisiones importantes en la jerarquía de valores.
Tesis 22: Los
cambios en los valores principales provocan otros cambios (a menudo radicales)
en la estructura de valoresy en la vida de la persona.
Por el
contrario, los valores instrumentales suelen cambiar con más frecuencia y ser
más inestables, pero su cambio, o los conflictos que los afectan, suelen ser
menos traumáticos.
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