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Tener fe… ¿tienen nuestros hijos fe?... ¿tienen tanta fe que sean capaces
de dar la vida por Jesús? ¿Cuánta fe
hemos sembrado en nuestros niños? ¿Cuánta fe hemos dando a nuestros niños a
conocer con nuestras actitudes, obras, palabras, vida??
¿Verdaderamente, Dios estará contento con nuestra labor, de ser
transmisores de la fe en nuestras familias? ¿Hemos colmado la medida que Dios
nos ha concedido, llevando a nuestros niños,
a descubrir el Amor de Dios en todos los momentos de sus vidas? ¿Están nuestros niños convencidos que vivimos
de fe?
¿Cuánto Amor de Dios hemos enseñado a nuestros niños? ¿Sienten ellos que
Dios es su Amigo, su verdadero Amigo, capaz de interesarse por sus cosas? ¿Cómo
hemos dado a Dios a los niños?
Padres, madres, en otoño de vuestras vidas, Dios les va a pedir cuenta de
la educación de sus hijos. Dios les concedió los hijos con un solo propósito,
les enseñaran a conocerlo, a amarlo, a desearlo y buscarlo, a adorarlo, a
servirle, a agradecerle… llevándoles a
experimentar a Dios como Amigo… en una sabrosa amistad divina… solo eso…
Aun hay tiempo… no escatimes tiempo ni trabajo para conquistar el corazon
de vuestros hijos para Dios… solo en el Cielo descubrirán cuanto bien han hecho
o cuanto mal han cometido en la educación de vuestros hijos…
Desde la Soledad del Sagrario
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