lunes, 29 de abril de 2013

La virtud de la justicia explicada a los hijos

Autor: Francisco Grass | Fuente: Editor de MiCumbre
No existe la verdadera justicia, si no va acompañada de virtudes y valores humanos.

La virtud de la justicia explicada a los hijos
La virtud de la justicia explicada a los hijos



La justicia es una de las cuatro virtudes cardinales (Fortaleza, justicia, prudencia y templanza). Es por antonomasia una virtud social, un hábito moral que propone dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece, en función del derecho, la razón y la equidad. Es el esfuerzo para armonizar a las distintas personas, que viven dentro de una comunidad familiar, local o nacional y así, darle a cada uno lo que le corresponde.

La justicia es opuesta a la venganza, aunque sea ejercida por el estado si aplica leyes injustas, pues se convierte en venganza de la sociedad. No todas las leyes humanas son justas, pero el incumplimiento de las leyes justas, tiene que tener un castigo proporcional, realmente educativo y modificador de conductas y conducente a persuadir a las personas o entidades, para que no vuelvan a repetirlo.

El perdón no sustituye a la justicia. Se tiene que perdonar setenta veces siete, pero la justicia debe implantarse de acuerdo con las leyes justas.

La regla para medir la justicia no siempre es la ley judicial, lo es también la ley moral natural, las normas sociales y las costumbres. La justicia verdadera no es actuar según las leyes judiciales, pues estas pueden ser tan injustas como el que las cumple. De hecho, hay leyes aprobadas por referéndum, por jueces o por partidos elegidos democráticamente, que fueron y son terrorismo de Estado y sin embargo han quedado sin castigar. Por desgracia hay leyes que reflejan la degradación moral de la mayoría de un pueblo, principalmente cuando se aprueban por referéndum leyes racistas que crean, protegen o instigan: Los crímenes contra la humanidad, la conculcación de los derechos humanos, la esclavitud, las guerras injustas, el aborto, la eutanasia, el consumo de drogas y un largo etc.

Algunas leyes injustas, pretenden algo tan extraño como convertir el delito en derecho. Hay personas que no entienden o no quieren entender, que matar a un niño en el vientre de la madre es un crimen, que debería estar severamente castigado, por muchas leyes injustas que lo despenalicen. En un crimen o en un accidente, si es de una madre embarazada, la penalidad es doble. Por la madre y por el que va a nacer.

La justicia no siempre es correcta, por lo tanto debemos cuestionarnos si tenemos obligación de acatarla, además de intentar luchar para conseguir anularla o enmendarla. No podemos ser colaboradores de las injusticias, que perjudican a la sociedad y sobre todo, cuando perjudican a los más débiles. La ley moral y las principales leyes humanas, han establecido que la obediencia ciega, no exime de la responsabilidad individual de las personas involucradas en los hechos. Hay un viejo refrán que dice: Tanta culpa tiene quien mata la vaca, como el que le sujeta las patas.

Uno de los principales objetivos de los padres tiene que ser, hacer el bien con justicia, dentro y fuera de su familia, para lo cual, tienen que pensar muy bien cómo van a educar a sus hijos, en la virtud de la justicia y practicarla previamente en todas las decisiones que tomen. Sobre todo en este mundo tan injusto, que preconiza que cada uno haga lo que quiera, cuando quiera y como quiera, sin importarle lo que pueda suceder a los demás.

La verdadera justicia tiene que estar en el fiel de la balanza, que muestra la figura que representa la justicia, nunca en los extremos. Lo justo es el centro, como en el péndulo, que se mueve entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, lo que unos ven como blanco y otros como negro. Entre los extremos, siempre hay espacios intermedios, que pueden desequilibrar la vida personal, familiar y la sociedad.

Los padres tienen que conocer muy bien, todos los aspectos sobre la impartición de justicia con sus hijos, pues muchas veces, tendrán que tomar decisiones difíciles, las cuales podrían no haber sido muy bien estudiadas y ajustadas a las virtudes y valores humanos, por lo que se convertirán en injusticias, aunque sean hechas involuntariamente.

La auténtica virtud de la justicia no es una actividad, que solamente tienen que tener en cuenta los jueces que la imparten, sino también los legisladores, congresistas y senadores que las hacen y aprueban. Todas las personas que tienen poder de decisión, sea el nivel que sea, deben procurar impartir justicia con rectitud, ajustada a las virtudes y valores humanos que la condicionan. Las leyes también pueden ser nocivas, por omisión de la defensa de lo que tienen que proteger u obligar.

Los padres tienen que tener un gran conocimiento de las virtudes y valores humanos inherentes a la justicia, para poder impartirla con sus hijos, cónyuge y sociedad. No existe la verdadera justicia, si no va acompañada de estas virtudes y valores humanos, ya que entonces serían decisiones caprichosas, realizadas en función del estado de ánimo o de los intereses del momento. También tienen que saber cuáles son los, conceptos contrarios a la impartición de justicia, para tratar de evitar que influyan en sus decisiones.

60 Virtudes y valores humanos, imprescindibles para que la justicia sea verdadera:

Si los padres no conocen o no quieren conocer, la gravedad de la mayoría de las decisiones que toman con sus hijos, en las diferentes edades y capacidades, nunca estarán aplicando una justicia correcta. Es su obligación estudiar en profundidad estas virtudes y valores humanos, para después ponerlos en práctica en las decisiones familiares, sociales y políticas. Así las podrán aprender sus hijos, para que las apliquen cuando sea necesario.

Caridad. Coherencia. Compasión. Comprensión. Conciencia. Conocimiento. Constancia. Control. Coraje. Criterio. Dignidad. Discreción. Dudas. Ecuanimidad Ejemplo. Entereza. Equidad. Escrupulosidad. Escuchar. Esperanza. Estudio. Ética. Firmeza. Formación. Generosidad. Heroísmo. Honestidad. Honestidad. Honradez. Humildad. Igualdad. Igualdad. Imparcialidad. Misericordia. Moral. Objeción de conciencia. Paciencia. Perdón. Prudencia. Pudor. Razón. Rectitud. Reflexión. Respeto. Responsabilidad. Sabiduría. Sacrificio. Secreto. Sencillez. Sensatez. Severidad. Simplicidad. Sinceridad. Solidaridad. Verdad. Etc.

15 Defectos que impiden que la justicia sea verdadera:

Abuso. Aniquilar. Arbitrariedad. Atropello. Capricho. Coacción. Crueldad. Delimitar la libertad. Imponer la dependencia. Inmoralidad. Odio. Parcialidad. Sinrazón. Rencor. Venganza.

24 Sentencias relacionadas con la virtud de la justicia:

1. Dios es eminentemente justo, pero también eminentemente misericordioso.
2. Es mejor sufrir una injusticia, que cometerla.
3. Hay que ser justos, antes que generosos.
4. Donde hay justicia, no hay pobreza.
5. Donde no hay caridad, no puede haber justicia.
6. Es fácil ser bueno; lo difícil es ser justo.
7. Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien, lo suyo.
8. La caridad comienza en mi casa, y la justicia en la puerta siguiente.
9. La injusticia hecha a uno sólo, es una amenaza dirigida a todos.
10. La injusticia es horrible, ejercida contra un indefenso.
11. La justicia, es la verdad en acción.
12. La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra.
13. La justicia verdadera y progresiva, nace del amor.
14. No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón.
15. La justicia es el control de nuestras ambiciones, para evitar el conflicto continuo con los demás.
16. La justicia es el respeto a los derechos del prójimo.
17. Si quieres la paz, lucha por la justicia.
18. Una cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar, es injusticia.
19. No hagas a otro, lo que no quieras que te hagan a ti.
20. No hay justicia cuando el cielo se vacía de Dios, entonces la tierra se llena de ídolos.
21. No hay, ni habrá justicia, sin amor.
22. No juzguéis, para que no seáis juzgados.
23. No puede haber justicia, si no somos capaces de ponernos en lugar del otro.
Permitir una injusticia, significa abrir el camino a todas las que sigan.

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