domingo, 7 de julio de 2013

Mi familia caminando hacia la Santidad porque Dios me lo está pidiendo



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No puede ser otra… no… no en los planes divinos… no en la perspectiva de vida de una familia católica comprometida con Dios.

Y es que la familia católica tiene su mirada  clavada en Dios, posee un conocimiento claro del valor de un almas... su entusiasmo por la eternidad con Dios los ha deslumbrado, al punto, que no desean otra cosa que no sea Dios mismo, en esta vida y en la otra…

Esas familias católicas enamoradas de la responsabilidad de su vocación de padres, entusiasmados con la fe, buscan en todo momento la santidad personal y la sus hijos. Es su mayor alegría… vivir para Dios… darse a Dios plenamente conquistando los momentos del diario vivir para esa eternidad sabrosa con Dios. Es el mayor anhelo del alma… juntos, toda la familia, en la felicidad de estar con Dios para siempre…siempre… Se saborea el alma, ese postre divino, que nos regala la eternidad con Dios.

 Y es que, esas familias católicas al gusto divino, saben cómo enamorar a los hijos de Dios. Oh sí, si saben cómo hacerlo… Ellos saben limpiar el camino de los abrojos, piedras, peñones, y arbustos, con las herramientas de la fe, la caridad y la esperanza.

Ese camino de santidad, donde padres e hijos van juntos como familia, descubriendo, trabajando, conquistando con entusiasmo, con dedicación, con esmero, con derroche de alegría…porque Dios vale la pena.

 ¡Qué banquete de amor se da entre hijos y padres, entre la familia y Dios!!

Esas familias que han tomado muy en serio a Dios planifican sus actividades diarias para vivirlas unidos, exageradamente unidos a Dios, desde la perspectiva de María, la madre bendita que sabe como guiar a los hijos por ese camino de santidad.

Y es así en estas familias…porque la familia le ha dado un lugar especial a la Mater no solo en el corazon de la familia sino también en el hogar… Ella con su ternura y su bondad, arregla todo  con el solo propósito  que Dios encuentre a la familia a su gusto……

 Camino de santidad…pisando las huellas de Cristo; viviendo el misterio de la Familia de Nazaret… caminando con sus pequeñas cruces del diario vivir; siguiendo de esta forma a Cristo que carga la Cruz por la Vía Dolorosa;…participando de la cena eucarística, ahí a los pies de Jesús con sus apóstoles, bebiendo y alimentándose de sus palabras, de su Cuerpo, de su Sangre, de su Alma, de su Divinidad.

Sí, el camino de la santidad es camino de cruz también porque la cruz alimenta, sostiene, adorna y perfuma a la familia con una santidad que resplandece como rayos del Sol divino…ante la presencia de la Santísima Trinidad…Que alegría para la Mater al contemplar la familia sumergida en Dios…abismada en Dios…viviendo para Dios y con Dios…

Hermosas familias católicas que saben enamorar  a sus hijos llevándolos a desear a Dios con toda el alma, porque Dios se convierte en el oxigeno de sus almas…bendecidas sean por siempre con el hermoso regalo de la santidad… Alcanzad la santidad de los altares… los Altares de la eternidad…Dios bendiga a nuestras familias católicas en el mundo…

 

La pequeña de Dios

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