martes, 31 de enero de 2012

CARTAS AL CIELO

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Acabo de enterarme: Santo Ignacio de Loyola escribía cartas a Jesús. Mi alegría fue inmensa.  ¿Sabes por qué? Hacen muchos años que propago esta idea, que a veces considero una “terapia espiritual,” especialmente con los niños y los jóvenes. Me gozo ver como estas pequeñas almas lo toman tan en serio.  
Primeramente los invito a conseguir una libreta o cuaderno, decorarlo a su gusto y comenzar a escribir dejando que el corazon se desborde en cada palabra… así poco a poco se van escribiendo las cartas.  

Estas cartas las llamo “cartas al cielo”…, pues lo mismo se puede escribir a Jesús, a la Mater, al Padre Dios, al Espíritu Santo, al Ángel de la Guarda, o cualquier santo o ángel del cielo. 

No se imaginan el beneficio tan palpable para las almas. Y es que el alma se va acostumbrando a buscar a Dios… a contarle sus cosas con una naturalidad desbordante. Confieso que las cartas que escribían estos niños y jóvenes eran verdaderas joyas de experiencia íntima con el cielo.  Muchos de sus padres, cuando descubrían este cuaderno tan celosamente guardado, venían en secreto, a darme las gracias sensiblemente emocionados, al descubrir las riquezas espirituales en sus hijos,  riquezas que jamás imaginaban. 

Pero, ¿y los adultos? ¿Qué beneficio pueden tener en los adulto? Recordemos la aridez espiritual, cuando se tienen esos momentos, donde el alma no hay tiene forma, ni gusto por la oración, se abre el cuaderno o libreta… se va leyendo y poquito a poquito se despierta  ese gusto por estar en sabroso dialogo con el cielo… 

Sin embargo, para muchas personas, no tiene sentido, no ayuda, es un poco infantil. No sabes cómo me entristece esta forma de responder a algo  tan sencillo y tan fácil de hacer.

Ahora puedes entender mi alegría al conocer que un santo como San Ignacio de Loyola, del calibre de este santo, gustaba escribir cartas a Jesús, es sentir que el cielo me confirma y me invita a seguir invitando a todos a escribir  “cartas al cielo”. 

Esta pequeña actividad, les confieso, son de beneficio espiritual increíble.  Algo tan sencillo abre la puerta de la confianza, de la amistad, e inicia en la oración, de la consulta, de las confidencias intimas con el Amigo de las almas, con la comunión de los santos, con esa Iglesia Triunfante que anhela tanto nuestro regreso a casa.  

Animo… a escribir “cartas al cielo”. A llevar a los niños a vivir esta pequeña y hermosa experiencia…  Les aseguro que les va a encantar.

La pequeña de Dios




2 comentarios:

  1. Me gusto mucho su entrada y la enlace como inspiracion, ya que me has inspirado a enviar cartas al cielo.Le dejo el enlace, http://caminar-aflordepiel.blogspot.com/2012/02/para-enlazar-algo-que-me-hace.html

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  2. Mi corazon estalla de alegría. Gracias por sus palabras. ¡Dios lo bendiga!!

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