Que la única pena insoportable es perder el Amor de Dios

Hablemos de mi blog “Ternura de Dios” 

Hoy les quiero confesar, que siento una admiración profunda y una tierna devoción que enriquece mi alma, y me refiero a los niños santos, que la Iglesia ha reconocido como niños virtuosos, que lo ha dado todo por Amor a Dios. 

He aprendido tanto de ellos. A veces me siento sacudida fuertemente por sus testimonios de vida. Y es que para mí y para todos es inconcebible ver a niños tan pequeños decididos a ser testigos vivos del Amor de Dios.  Ellos se decidieron por ser “amigos íntimos” de Dios.  ¿Te imaginas  tu y yo siendo amigos íntimos de Dios?  ¿No sientes deseo de serlo? Pues te confieso que a mí la idea me encanta.

Sabes viene a mi mente la pequeña Santa Teresita del Niño Jesús, con apenas tres o cuatro años, tan despierta, tan segura, tan confiada, tan asombrada al comprender que su hermana Celina   no entendía el misterio de la Sagrada Eucaristía.  ¿Cómo puede ser que Jesús se haga pan?...refiriéndose a la Sagrada Hostia. Por más que la pequeña  Celina   lo meditaba no lograba entender.  ¿Cuántas veces tú y yo hemos calzado esas mismas sandalias de Celina?  ¿Cuándo?...cuando  el”gusano de la tentación” nos susurra al oído una serie de argumentos con el solo objetivo de sacarnos de la fila de la comunión. Sin embargo nuestra pequeña Teresita nos da lecciones hermosísimas de sabiduría.  Ella sin ninguna preocupación le dice a su hermanita Celina: “Cómo no va a ser posible si para Dios no hay nada imposible. “  Una contestación tan simple y tan profunda en manos de una pequeña niña… ¿no es admirable? Claro que si… los pequeños no se complican la vida… la simplicidad y la pureza de alma les concede la gracia de penetrar en las profundidades del Corazon de Dios y  en esa fuente beber en abundancia.

Y qué decir de esa ternura divina que se palpa en el corazon y en la vida de los niños santos… o los niños camino a los altares… ¡Oh, sí!… es hermoso ver a estos niños sumergidos y abismados en el Amor de Dios. Dándolo todo sin complicaciones, aceptándolo todo no importa si la pequeña o grande cruz es pesada porque el amor a Dios es mayor al miedo, a la adversidad, a todo.  Niños santos que han descubierto que Dios vale la pena. Que Dios lo es todo, pero TODO. Que la única pena insoportable es perder el Amor de Dios… ¿Te imaginas?

Por esta razón en este blog daremos especial énfasis a los niños santos. Vamos a descubrir a Dios en estas vidas tan cortas y de tanto calor divino.  Veremos sus cartas, escucharemos esos corazones tan ardientes y las razones de sus pequeños “fiat”. Todo esto con el único interés de crecer espiritualmente en nuestro amor y fidelidad a Dios.

Os invito a participar de este pequeño y sencillo blog que hacemos con todo nuestro corazon para bien de nuestras almas y para Gloria de Dios.  Caminemos juntos el camino al Cielo… caminemos con la alegría de sabernos gratos al Corazon de Dios y seguidos por la mirada y presencia de nuestra bendita Madre Celestial… solos no podemos pero si nos unimos, con la gracia divina llegaremos… Animo… en la unión esta la gran diferencia.