lunes, 27 de mayo de 2013

Cuando las familias se deciden por Dios… todo cambia


 
Hoy les quiero hablar de una familia muy amada para mí, mis hijos espirituales, Lymari y Brian y sus dos niños… En mi estadía en la Florida, estuve compartiendo con ellos. Fue una hermosa experiencia.

 

Estas imágenes, son de mi último día en la Florida, E.U. con mi ahijado en brazos… es un niño hermoso, sumamente inteligente que toca la raqueta como si fuera guitarra…pero también… celebra misa.

 
 


Es comiquísimo. Un día me dice su mamá, mira a los nenes. Cuando me fijo, la nena estaba de rodillas y el nene, dentro de un ambón. Ahí, estaba el pequeño confesando a su hermanita. Y lo curioso es la solemnidad con que lo hacían…no pude evitar la risa y a la vez la alegría… Esto se repetia cada vez que ibamos a esa Iglesia... juegos de Cielo...
 
 

 
En la casa, el pequeño abre las puertas del  gabinete de la cocina, buscando algo que le sirva, de momento sale con algo, esta vez sal con un pilon..., y ya todo listo. En unos segundos… la misa inicia. Y el pequeño muy serio comienza a celebrar la misa en su lenguaje, con los gestos que muy acertadamente ha copiado del sacerdote. Claro mamá le entrega unas galletitas que vienen a ser las hostias.

Es entendible como los padres han dejado a los niños jugar a su gusto y a su creatividad. 

El pequeño da las galletitas, como la comunión, con seriedad y con sonrisa… es todo para comérselo a besos. Hay que verlo. Ah, y el pilón que saco del gabinete de la cocina, es el copón para el pequeño y diminutivo sacerdote.  

Papá, mamá, la hermanita, los abuelos, todos se ven invitados y participantes de la misa. Es un juego sano que los pequeños han creado para sorpresa y alegría de los mayores.  
 
 
imagen: Brian Pate
Recuerdo con agrado las discusiones de los niños, cuando salíamos a misa, al comercio, o a comer, o en peregrinación a lugares religiosos y culturales… las discusiones eran por los  rosarios… ambos querían el mismo rosario aunque había más… juegos de cielo… o por acercarse al sacerdote cuando predicaba, esto era el deseo del pequeño al cual había que tomar en brazos para no dejarlo llegar.  
 

En la consagración el pequeño se arrodillaba, y solo tiene 19 meses, y juntaba sus manos; la pequeña se lanzaba al suelo en posición de reparación y adoración… y los primeros sorprendidos son los padres, pues esto es algo que los niños hacen por su propia decisión, la pequeña desde muy temprana edad y el pequeño hace ya unos meses.  Dios llamando… Dios obrando en los corazones puros que se abren de par en par a sus inspiraciones.  
 

imagen Brian Pate
Niños normales… niños tocados por el amor a Dios… La pequeña es estudiante de “home school”… Su mami le da clases en el hogar. La niña, hay que verla, entusiasmada, sumamente inteligente y con deseos de aprender… 

Niños que participan en actividades como  clases de arte, … de natación, correr a caballo, jugar en parques, cantar y recitar en actividades en familia o en público… manualidades, ayudan en la cocina, el pequeño ayuda recogiendo… la pequeña ya es experta en repostería “cakes y cup cakes” y galletas. 

Niños normales, sanos, llenos de alegría, felices, pequeños traviesos…pero  con sueños e ilusiones… con una atracción irresistible hacia las cosas de Dios, porque sus padres han tomado muy en serio a Dios… y van caminando como familia…con paso firme, perseverante por el camino de la santidad… como tantas otras familias en nuestra Iglesia.



Una familia de misa diaria, y si es fiesta o solemnidad, se participa entonces de dos misas ese día. Una familia que se goza en participar de las actividades de la Iglesia. Una familia que celebra las fiestas de la Iglesia en actividades en el hogar…desde juegos alusivos a la fiesta, comida con los colores de la fiesta, canciones, dramatización, lectura o el video sobre el santo que se celebra… una fiesta en familia celebrando las que la Iglesia presenta…  
 
 
Una  familia que reza unida, que antes de salir van al cuadro de gracias de la Mater, en su advocación de Madre, Reina y Vencedora  Tres Veces Admirable de Schoenstatt… a despedirse con un beso y diciéndole “Bye  Mamá María”. Imagen que está en la entrada de la sala, que hay por obligación pasar delante de ella, si se va a los cuartos, si se entra a la casa, o si se pasa para la sala, comedor y cocina.

Luego de despedirse de la Mater, caminando hacia el garaje que se sale por la puerta de la cocina, se pasa ante un cuadro calendario de la Misericordia, y ahí también un beso y un “bye-bye Jesus”.  Luego en la guagua, saliendo ya de la casa, la mamá inicia la oración donde se le entrega la casa, la familia, el viaje en manos de la Mater, de Jesús, y de San Miguel. Todos los miembros de la familia, incluso el pequeño en su lenguaje mitad entendible y mitad en su “jerigonza”.


imagen sormaridel

En momentos difíciles por la enfermedad, o por el papá que salía tarde del trabajo… (en esos días paso la desgracia de Boston)… había que ver a la pequeña retirarse y sumergirse en oración… o cuando se acerco y me pidió que rezáramos la Coronilla de la Misericordia porque abuelo, quien estaba de visita,  estaba de mal humor.  En este caso en especifico les confieso que solo tomo dos o tres minutos para recibir la contestación del Cielo… el abuelo se le quito el mal humor en un cerrar y abrir de ojos. ¡Qué agradable es la oración de los niños para Dios! Debemos aprender de estas almas puras y tan confiadas y convencidas de Dios…
 

Una familia con sus altas y sus bajas, con sus virtudes solidas, y sus defectos, debilidades y miserias humanas… una familia que busca vivir al gusto de Dios en estos tiempos tan difíciles.  Una familia unida y solidaria… Dios les bendiga con gracias abundantes de santidad.

 
Y como ellos, hay muchos… para consuelo de todos… para gloria de Dios… ¡Bendito sea Dios!!

  

Desde la Soledad del Sagrario

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario