miércoles, 29 de mayo de 2013

No... imposible... como padres cometen un error...¿De veras?




He escuchado cuantas veces, familiares, amistades, o profesionales que critican severamente a los padres que dejan a sus hijos jugar a ser “religiosos o religiosas”, o a ser “sacerdotes”. 

Padres que al descubrir esa atracción de sus pequeños, les ayudan, procurándoles las vestimentas que desean.  

Una niña que pedía a su mama le hiciera el hábito de Santa Teresita de Lisiux. La madre la complace… la niña emocionada quiere ir a la Santa Misa vestida como religiosa. La madre accede no sin un poco de recelo por la respuesta de los feligreses al verla...

 
 

La niña llega emocionada a la Santa Misa… para sorpresa de todos, tomando gestos de una religiosa, pero a la vez con el aire y picardía de una niña que se goza en sentirse “esposa de Cristo”… pues aprendió que las religiosas eran esposas de Cristo…  

La alegría y el rostro lleno de felicidad manifestado en la niña hacia que todos se asombraran y a la vez les alegraba verla así. No quedo quien la mirara con ojos de desaprobación… “pobre niña”… pero de pobre no tenía nada… era ricamente feliz en su juego de ser “esposa de Cristo” como Santa Teresita. 

Y como esta pequeña muchos niños hacen lo mismo… Padres llenos de amor, piensan si sus hijos tendrán vocación… no desperdician la oportunidad para orientarles que también esa vocación es posible siempre y cuando sea el llamado de Dios a vivirla.  

Sin embargo cuando familiares, amigos o vecinos se percatan de los juegos y gustos de estos niños atraídos por las cosas de Dios… suelen buscar la forma de acercarse a los pequeños tratando de persuadirlos a no tomar  ese camino porque es un error.

 

Es la amiga que le dice, “no, tú tienes que ser doctora”, o la prima que le dice: “no tienes que casarte y tener hijos…”  Llenando de confusión a los pequeños… ¿Por qué tanto temor? Es simplemente un juego… si hay vocación… se dará… si no hay vocación… no pasa nada. 

O como el sacerdote que les dice a los padres sus hijos están viendo muchas películas de santos… no debe de ver tantas… ¿Y por qué no? ¿Acaso no son los mejores modelos para presentarles a los niños? ¿No son los héroes verdaderos que deben conocer? 

Sin embargo, si los pequeños aprenden bailes sensuales, son  aplaudidos. Si visten inadecuadamente, para la edad y para la pureza y modestia a cultivar… es aceptable. Pero si juegan a ser “sacerdotes”… o a ser  “religiosas”… es un escándalo y una compasión dañina.
 


Si entran en un grupo de “ayuda para conocer y descubrir la vocación”… las quejas y murmuraciones se escuchan por doquier.


 
Dios está tocando a los niños en muchos lugares del mundo.  Niños que han descubierto a Dios y han quedado fascinados, por ese Dios amoroso y tierno, que se les manifiesta en una forma tan personal a sus pequeños corazones.

 
imagen web

 
Padres y madres que poseen la santa alegría de tener niños que se sienten atraídos por la vocación religiosa… seguid ayudándoles, sin imponerles nada… dándoles la información necesaria… que conozcan de cerca religiosos y religiosas… que jueguen a su gusto vistiendo los hábitos, dando misa… confesando… bautizando aunque sea a las muñecas… Son momentos preciosos que se deben cultivar según la inquietud de los niños. Si hay vocación… ¡Bendito sea Dios!!  Si no la hay… ¡Bendito sea Dios!!... que va formando esos corazones en el amor…
 

Desde la Soledad del Sagrario

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