viernes, 5 de julio de 2013

Decididos por la Santidad

 


Hoy, quizás más que ayer, se levantan familias decididas a llevar a sus hijos
por el camino de la santidad.
Familias que han tomado muy en
serio la eternidad. Que se han mirado
 en la mirada de Dios, han gustado
 a que sabe Dios, y se han lanzado
 a la conquista de la santidad.
 
 
 
 
 
 
Familias que han empezado por darle un “Fiat” a Dios, dejando que el Padre Celestial envié los hijos que desea.  Sin miedo, sin complejos, con un corazón generoso, con una fe solida, con los pies en tierra y la mirada clavada en Dios. Y Dios no defrauda a los hijos que confían ciegamente en Él abandonándose a su Santísima Voluntad Divina. Dios es Dios y sabe como obrar… solo hay que confiar siempre… hacer nuestra parte en colaboración con Dios…Dios hará el resto…




 
 
Y lo vemos en las vidas de los santos… vemos como Dios nunca, nunca, nunca defraudo a ninguno de ellos que confiaban exageradamente en Dios…esperándolo todo de su bondad divina.


Y lo vemos en tantas familias actuales en el mundo, familias católicas que se lanzan a la aventura de Dios. Que hay que renunciar a muchas cosas… pues sí, no faltaba más… la vida hacia la santidad es una continua renuncia a todo lo que nos desvié de la meta… y una conquista asidua de todo lo que nos ayuda a alcanzar la meta… llegar a “casa” como santos… porque Papá es Santo y quiere regalarnos su herencia: “la santidad”…

 

Familias que han decidido educar a sus hijos en casa. Han hecho ajustes, iniciando la aventura de convertir el hogar en la escuela de sus hijos. ¡Oh!!, cuánto han disfrutado las madres, los padres con esta aventura.  Cuánto han aprendido.  Y que estrechamente unidos se encuentra la familia.  Entre juegos, risas, inventos, dibujos, lecturas, experimentos, cantos, bailes, dramatización, oración… entre tanta sana pedagogía… van llevando de la mano a sus hijos, paso a paso por el camino de la santidad.
 
 Dan gusto verlos… dan gusto contemplar la inocencia, la pureza, la sencillez, el desborde de alegría en estos niños… Da gusto contemplar como la inteligencia va en aumento y de la mano de la devoción…de ese descubrir a Dios en todo… de ese contar con Dios como Amigo… de ese saber a Dios como Padre, experimentándolo desde tan pequeños…  

 

Familias que rezan juntos, que oran junto… que ve siempre un  motivo para elevar una plegaria… familias que disfrutan de las cosas de Dios… de los sacramentos, de las fiestas litúrgicas, de las fiestas de la Iglesia… Familias que disfruta de este hermoso mundo que Dios nos ha regalado… todo lleva a Dios, es simplemente tener el oído, la mirada y el corazón sintonizados con las ondas divinas.

 

Familias que enseñan a vivir la alegría de compartir con los más necesitados. De llegar hasta aquellos que nada tienen llevando en sus manos regalos que han hecho con mucho amor, o ha recogido de lo que tienen en buenas condiciones, para llevar la alegría de quien nada tiene.



Familias donde los niños aprenden como aceptar el dolor convirtiéndolo en oración, en medio de intercesión por los pobres pecadores.

 
Donde se enseña a depositar las riquezas de las obras, palabras, pensamientos, aptitudes, en el banco espiritual,  riquezas que nos abren las puertas del cielo… Hay que ver a estos niños como trabajan con verdadero interés las virtudes. Beben de la fuente que les procuran sus padres con el ejemplo vivo de quienes se han dado a la tarea de vivir al gusto de Dios.
 
 
Padres y madres que hoy han dicho “Si” a Dios… que han tomado a la Familia de Nazaret como modelo… seguid adelante… no importa los ataques, no importa las burlas, no  importa la incomprensión… Seguid adelante… Dios está contento con ustedes.  La Mater tiene perfecto cuidado de cada miembro de la familia… Seguid adelante… porque Dios vale la pena… y no hay tesoro como Dios…

  

Desde la Soledad del Sagrario

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