lunes, 4 de noviembre de 2013

Mamá, ¿qué es la eucaristía?


imagen libro de adoración 

Mamá, ¿qué es la eucaristía? O bien, Mamá, ¿qué es la santa misa??  ¿Cómo una madre le contesta a sus pequeños cuando preguntan sobre la eucaristía? ¿Cómo contestarle dejándolos satisfechos y a la vez con sed de saber más.
¿Pero, ¿habrá algún pequeño que llegue a hacer pregunta tan singular? Oh, sí los hay, pocos, pero los hay. Lo importante es saber cómo contestarles…no solo con palabras sino con la vida… desde el ejemplo vivo de lo que se vive intensamente en la eucaristía y con la eucaristía.

Una madre, un padre donde su rostro se llena de ternura; donde se poseen  gestos delicados hacia el Dulce Huésped Divino porque  el corazón se desborda en amor;  donde la mirada busca insistentemente la mirada de Jesús; donde se participa siguiendo la liturgia con atención, con devoción, con interés de aprender, y todo según va dándose la santa misa. Podemos decir con toda convicción que se trata de  una madre, un padre que habla elocuentemente a sus pequeños con el lenguaje no verbal. Unos padres que van educando a su pequeña prole a vivir y entrar en  el misterio eucarístico que se da en cada celebración.

Pero los niños también desean escuchar una contestación, muy bien se les puede decir: “Eucaristía milagro de Amor. Eucaristía presencia del Señor”… y he ahí toda una catequesis para enseñar.
¿Qué tal si se termina o se inicia mostrándoles el video: “Eucaristía milagro de Amor. Eucaristía presencia del Señor”? Las palabras o mensaje, las imágenes nos hace recordar la magnitud, la belleza, la realidad, el milagro que es la Eucaristía. Muchas veces los adultos necesitamos un momento para recordar y reflexionar en la Eucaristía. La Eucaristía no es para vivirla como algo monótono o aburrido… la Santa Misa es para vivirla intensamente, con desbordamiento de entusiasmo, y de confianza, echándole ganas de tocar el cielo con nuestra vivencia eucarística.

Pienso que cada vez que participamos de la Santa Misa deberíamos de vivir como si fuera la primera y la última. ¡Ah!! Qué diferencia sería nuestras misas.  Que diferente seria nuestras familias cuando los padres viven así cada misa.  La Santa Misa es una fiesta, pero también es una realidad del Calvario… y ahí debemos encontrarnos con todo el recogimiento posible… invadidos por sentimientos de agradecimiento, de bondad y de amor. Que diferente seria nuestro corazón si viviéramos la eucaristía de esta forma…

Llevemos a nuestros niños a conocer, a vivir la santa misa con el convencimiento que Eucaristía es Jesús vivo que se da como alimento para nuestras almas… cuanto bien haríamos…solo en el Cielo conoceremos el valor de educar a nuestros niños con la verdad absoluta del milagro eucarístico…

Madre santa llévanos al conocimiento claro y perfecto de que la eucaristía es Jesús vivo dándose a manos llenas a todos los que desean recibirlo como alimento…

Desde la Soledad del Sagrario




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