Han de saber que en este tema soy muy
ignorante… nada sé… no soy teóloga, y mucho menos mística… Soy una simple y pequeña
consagrada que mira asombrada y gustosa, desde el abismo de la distancia la
escena santa de aquella noche de navidad, allí en Belén… Noche bendita donde el
Cielo desciende para admirar lo increíble y maravilloso, Dios hecho hombre…
donde la tierra tiembla de emoción ante el acontecimiento más grande de la
historia de la humanidad, Dios con nosotros, accesible a la mirada humana… ¡Que
hermosura!… ¡Que belleza!… ¡Que deleite!…
¿Cómo fue? ¿Qué paso? Dicen algunos que la Virgen
Madre, bendita entre todas las mujeres,
daba a luz con dolores. ¿Por qué con dolores? ¿Acaso no la cubrió el Altísimo,
para el gran
Milagro de concebir,
sin concurso de varón, al Dios eterno? ¿Por qué no podía el Dios con nosotros,
salir milagrosamente del vientre de la Virgen Madre? Así como los rayos del sol
pasan por un cristal sin alterar el cristal, ni verse alterado el rayo de sol.
Oh si… me he imagino a la Virgen Madre de rodillas, extasiada en esa hora bendita, en el momento del parto. Me la imagino en profunda oración. Me la imagino,
envuelta en luz divina, y de su vientre un rayo intenso de luz divina saliendo
al exterior, donde sale del vientre purísimo, el Niño más hermoso que pueda
existir, en la historia de la humanidad.
No es para morir de amor… tanta ternura divina… descubierta ahí, en la
noche santa de Belén…
Me parece que así, como
una caricia de amor, sale el fruto divino, sin intervención humana, del vientre
de la Virgen Madre… Me pregunto, por qué no puede haber sido así? Para Dios no
hay nada imposible. Además, no era necesario pasar por el canal, como los demás.
El Hijo de Dios no necesitaba someter a su madre a tal experiencia, no era
necesario. El Misterio se extendía, el
Milagro se repetía… El Altísimo cubría con su manto, con su poder a la Virgen
Madre, que sin dolores y extasiada en perfecto gozo, daba a luz a su divino
fruto según el beneplácito divino.
¿Y San José? Pues, imagino, en
sublime oración. No creo que hayan mas testigos, fuera de los animales que se encontraban allí. Si algún
testigo hubiese estado presente, la tradición
hubiera relatado con detalles cómo sucedió,
me parece.
Por otro lado, no me
gustan las películas que presentan a la Virgen Madre sumergida en dolores,
hasta gritos, con una comadrona, o el mismo San José asistiéndola en el parto. Al
final, la presentan extenuada, dormida. No, no me gusta.
Si María, la Virgen
Madre, fue virgen antes del parto,
durante el parto y al final del parto. La Inmaculada Concepción no iba a pasar
por la experiencia de un parto normal… no, ella era la Madre del Redentor, no
era necesario un parto normal…Era, totalmente necesario, un parto que
demostrara que el fruto de sus entrañas era Dios… Nace, Dios hecho hombre… su
llegada es diferente… porque así lo exigía su divinidad…y así mantenía la
virginidad de su santa madre.
Ignorantemente me he
atrevido a esbozar la estampa de la noche de navidad… ¿Cómo fue? En el Cielo lo
descubriré… por ahora me ilusiona pensar que fue así… donde el silencio divino
se hizo luz la noche de navidad…
Desde la Soledad del Sagrario
Vaya agradable y rica sorpresa, pues he descubierto el testimonio de la mística Luisa Picarreta… sobre el
alumbramiento del Niño Jesús… Ella habla que el Niño Dios traspaso el seno de
la Virgen en forma de luz para materializarse a los pies de la Madre santa… Me
emocionan sus palabras... en el Cielo conoceré los hermosos detalles…
http://forosdelavirgen.org/2973/el-nacimiento-de-jesus-por-luisa-piccarreta/
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