Eternidad… felicidad o desgracia para siempre.
Niños pobres. Niños analfabetas. Niños pastores.
Niños que no conocían de sociedad ni de alcurnia, ni de viajes, ni de placeres,
ni de grandes y ricas fiestas, ni de ropa elegante, ni de costumbres refinadas,
ni de modales finos… niños comunes…niños simples…sumamente sencillos y
humildes… que en nada llamaban la atención del mundo que no fuera su sentido
exquisito de amor a Dios… y su fidelidad a Dios. Niños que poseían un carácter religioso férreo que nadie les
dominaba impidiéndoles vivir su fe.
La más
pequeña, la más tímida, la más dada a la penitencia, porque, la simple idea de
conocer que las almas podían perderse en el infierno… la consumía de dolor y la
lanzaba a buscar todos los medios posibles para ofrecerlos por la conversión de
los pobres pecadores a los que amaba entrañablemente.
Podemos entender muy bien el ambiente religioso en
que se movían estos niños con este
simple ejemplo… Jacinta nace el 11 de marzo de 1910. Y es bautizada el
19 de marzo de 1910.
Es bautizada
a los ocho días de haber nacido. Bendito sea Dios en padres tan comprometidos
con la salvación del alma de sus hijos. Si hoy en día nuestras familias, que
inicia su vocación de padres, hicieran lo mismo… en qué mundo diferente
viviríamos. Dios hace la gran diferencia en las familias que se deciden a abrir
de par en par sus puertas a Cristo… a la Mater.
Vemos como Jacinta en su corta edad, entiende muy bien lo que puede ser una
“eternidad” o se era feliz o desgraciado… para siempre. Pensar que alguien tomara la opción de ser
desgraciado para siempre le causaba una gran pena. Solo las almas sumamente sensibles pueden
llegar a experimentar estos sentimientos.
Con apenas siete años,
toma muy en serio, al igual que Francisco y Lucia, las palabras de la Mater que les pedía
oraciones y sacrificios por la salvación de los pobres pecadores. Su compasión la
llevaba a buscar siempre la forma de sacrificarse por las almas…
Cuantas lecciones nos da esta pequeña niña que con
tan poca edad sabe como sacrificarse hasta
el extremo… y tú y yo apenas nos sacrificamos por la salvación de los pobres
pecadores. Da gusto contemplarla siempre ideando una nueva penitencia con tal
que las puertas del infierno se cierren para los pobres pecadores. Con tal de
ayudar que los pobres pecadores se abran a la gracia de la conversión aunque
fuese en el último momento.
La pequeña sentía un amor exquisitamente tierno por
la Madre Celestial. Verla le causaba inmensa alegría, pero una tristeza
inconcebible la invadía, al contemplarla
triste por las almas que se perdían para la eternidad, por no tener quien orara
y se sacrificara por ellos. Y esto la lanzaba a duplicar sus oraciones y sus
pequeñas penitencias. No quería ver triste a madre tan buena.Pero tampoco quería ver perderse a los pobres
pecadores en el fuego infernal que la Virgen les dejo ver y que ellos al
contemplar el infierno gritaron llenos de pavor.
Es curioso hoy en día hay padres que no permiten
que sus hijos vean a Cristo crucificado y lleno de sangre… o a San Miguel
Arcángel pisando al demonio en las imágenes… porque argumentan que es cruel,
les puede crear traumas sicológicas, además que es maltrato para los niños. Sin
embargo la Virgen María no titubeo en mostrarles el infierno a tres niños donde
la más pequeña solo tenía siete años. ¿Qué hicieron los niños al contemplar el
infierno... que por alguna razón los describen como un lugar de tormentos? Gritaron
y el grito inundo de pánico a los multitud presente. Inmediatamente los niños miran
a la Mater y sienten el consuelo de saberse salvos para el cielo. Los niños agradecen
a la Mater haberles asegurado que los llevaría al cielo, que ellos se habían
ganado el cielo… antes de mostrarles el infierno. Y los niños desean que los
pobres pecadores, que todo el mundo vea el infierno para que tomen muy en serio
su salvación personal. Tu y yo ¿necesitamos verlo para saber que nos jugamos la
eternidad?
Es curioso que hoy en día tampoco se predique del infierno y del pecado como causa de perdición eterna. Y nuestra Madre llama la atención a los niños de esta realidad, que hemos engavetado para no molestarnos en entender que la salvación del alma es fácil, muy fácil de perder… que el enemigo de las almas existe no es un mito, no es un cuento , no es imaginación del pasado… existe y esta al acecho de nuestras almas.
Es curioso que hoy en día tampoco se predique del infierno y del pecado como causa de perdición eterna. Y nuestra Madre llama la atención a los niños de esta realidad, que hemos engavetado para no molestarnos en entender que la salvación del alma es fácil, muy fácil de perder… que el enemigo de las almas existe no es un mito, no es un cuento , no es imaginación del pasado… existe y esta al acecho de nuestras almas.
Hoy en día choca enormemente que nuestra santa
madre pidiera a niños de tan corta edad sacrificios, penitencias, tanto tiempo
de oración… cuando hoy por menos se castigan a los padres considerando crueldad
contra los menores y me refiero a la educación religiosa que ofrecen los padres
a sus hijos.
Quiero terminar con las palabras de la religiosa
Sor Purificacion Godinho que cuido de la pequeña Jacinta mientras estaba en el
hospital hasta que murió. Ella nos dice: comia poco, no jugaba.
a en ningun momento, no se quejaba jamás de su
enfermedad, no la mpodía soportar la mentira y reprendía con energía a los que
desfiguraban la verdad delante de ella. Le gustaba ir a la capilla, invitaba al
silencio si alguien hablaba. Si recibia contestaciones desagradables las
recibia con paciencia por amor a Dios.
Bravo, Sor Maridel. Bravo, Beata Jacinta. Hoy algunos padres queremos ser la diferencia, hay que ir contra la corriente de la sociedad. Hay que defender nuestra fe y la de nuestros/as hijos/as. Vivo en Los EU aca es raro que se hable de infierno. Recuerdo las palabras de un sacerdote que dice que una persona le dijo que infierno no existe y su respuesta era cuando llegues Veras que si. Trabajemos para ir al cielo no al infierno.
ResponderEliminarEsa es el mayor triunfo del enemigo de las almas, que el mundo cree que el infierno no existe... Dios nos proteja de tanta ignorancia...
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