miércoles, 7 de marzo de 2012

...bajo la mirada de la Mater...



TERESITA GRITABA AL MUNDO:
“MI VOCACIÓN ES EL AMOR”…
¿TU Y YO QUE GRITAMOS AL MUNDO
QUE ES NUESTRA VOCACIÓN?.
.

 Me animo a abundar en el tema aunque reconozco que es poco mi conocimiento al mismo… diría que nada por eso considero un atrevimiento de mi parte... pero aquí vamos... bajo la mirada de la Mater...
“Mi vocación es el Amor…” gritaba Teresita cuando descubrió su hermosísima misión tan trascendental y tan divina… “En el Corazón de la Iglesia… yo seré el Amor”…repetía Teresita hasta la saciedad…lo repetía con el alma…con el corazon…con la vida… Lo vivió intensamente... lo saboreo gustusamente... ese Amor  que se convirtió en su ideal personal...
 Cuando ella, siendo tan niña, adopto a Panzini como su hijo… su hijo perdido en las tinieblas del pecado. Por su ofrecimiento al amor de Misericordia, recibe el don de amar con el Corazón del Dios. Ah…que gracia más exquisita pero también preámbulo del combate espiritual que iniciara hasta el último suspiro de vida. Dios la prepara para la conquista de las almas.
 Con Pranzini, Dios permite que su  alma no reciba sobre si toda la desesperación y la amargura que podían aprisionarla…sumiéndola en el desaliento. Este acontecimiento sirve para prepararla espiritualmente. Dios le concede esa fuerza invencible que es “amar con el Corazón Divino”.
¿Pero es solo esta gracia para Teresita?…Estoy convencida que no…no lo es. Me parece que es una gracia que todos podemos recibir si nuestra alma experimenta el deseo y la vivencia de vivir solo para Dios…agradándole y obedeciéndolo en TODO…deseando ardientemente y buscando en todo momento la conversión de las almas con nuestra pequeña oración de fuego… con nuestro “aporte al Capital de Gracias”…con nuestra entrega como “victima de Amor al Amor Misericordioso”…con la confianza exageradísima y el abandono total que cultivaba Teresita y tantos santos… ¿qué digo? todos  los santos…confianza y abandono a la Voluntad y Misericordia Divina…
Decía, en forma de amonestación, Santo Domingo Savio, en una de sus apariciones, a don Bosco, “que no había visto, don Bosco, mayor cantidad de milagros pq no había confiado MAS…MUCHO MAS en Dios”…, esto le causo gran tristeza a don Bosco comprometiéndose a confiar ciegamente en la Misericordia Divina y el Poder Divino…  ¡Oh cuanta cantidad de milagros maravillosos se dieron entonces! El secreto es la confianza ciega en Dios…en la Mater…el abandono total en su obrar… a la hora…lugar y en el momento de Dios…
Esa confianza en Teresita paso los limites…confiar siempre…invencible confianza de saberse…de estar siempre…siempre…de estar a pesar de todo…de las miserias…pecados…debilidades…flaquezas humanas…de estar suceda lo que suceda, EN LOS BRAZOS DE DIOS.  Teresita se sabía así…estaba convencida que nada ni nadie podía arrancarla de los brazos de Dios. La seguridad que da este convencimiento hace al alma remontar y volar a grandes alturas como apóstol, como misionero, como soldado, como víctima.
El Amor a Dios permite que Teresita libremente y voluntariamente se ofrezca  al Amor Misericordioso… aceptando todas las consecuencias…simplemente y puramente por Amor a Dios…para devolverle al Padre los hijos extraviados…uniéndose al misterio de la redención… con Jesús y la Mater.
El hermano Daniel Ángel nos dice en su hermoso libro
 “Las Heridas que sana el Amor”:
1- Si Teresita acepta que su alma sea “invadida por las mas espesas tinieblas” ---esas tinieblas “que no han comprendido que su Rey era la luz del mundo—ha sido para que “todos aquellos que no han sido iluminados por el rayo luminoso de la Fe, lo vean finalmente brillar”, y para que ella pueda ser introducida con ellos en “su luminoso Reino.” Y así el Señor “la ha tomado de la mano y la ha destinado para hacer sacar  del calabozo a quienes habitan en las tinieblas.” (Is. 42,6)
2- Si Teresita acepta comer sola el pan de la prueba”, ha sido para que “esta mesa manchada por ellos sea purificada”: y purificada por alguien que simplemente ama ahí en donde nadie ama.
3- Si ella es feliz de no gozar de ese bello cielo en la tierra, es para que El lo abra “para la eternidad a los pobres incrédulos”.
4- Si Teresita está dispuesta a “derramar hasta la última gota de su sangre para confesar que hay un cielo”, es con la esperanza loca de poder “impedir o reparar una sola falta cometida contra la Fe”.
5- Si ella prueba cualquier cosa de su agonía, siendo más que nunca una niña siores, sus hermanos defensa, es porque cada una de las agónicas de ellos se hace infancia. Para que toda infancia soportada (¿Cuánta incredulidad no se origina ahí?) se convierta en infancia nueva, acogida.
6- Si ella está sola con los desolados, es para que su abandono sea habitado por una presencia.
No es simplemente un “estar con” sino un compartir en el sentido de un cambio bilateral. Ella no toma el pan que ellos le ofrecen, sino para darles el que recibe en la mesa de su Señor. Ella está sentada a la mesa y al mismo tiempo la sirve.
Ella quiere meterles en los labios ese “Papa” que recibe de JESUS, y ese “JESUS te ama” que recibe del Padre.
Y que de esta manera, sean “reenviados justificados” es decir, niños pequeños libres amando porque son amados. Como Teresita. Quiere multiplicar las Teresas para gozo de JESÚS. Su ambición: que todos los pecadores, sus hermanos lo sean. Ella, Teresita sabe que pueden. Precisamente porque son pecadores.

Me parece que el Amor de Dios vivido, amando con el Corazón Divino…nos regala alas para volar y remontarnos a alturas insospechadas…El dilema esta…en cuanta sinceridad hay en nuestro  deseo de amar a Dios…en nuestro grado de compromiso con ese Amor…en nuestra libre y voluntaria aceptación a las consecuencias de ese Amor…que solo en el Cielo descubriremos el valor y la grandeza de nuestra pequeña entrega incondicional a amar a Dios… como Dios nos ama.
Las alas de Teresita deben ajustarse a todas las almas que quieren
vivir amando y amar viviendo a Dios al gusto divino…

Desde la Soledad del Sagrario

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