TERESITA GRITABA AL MUNDO:
“MI VOCACIÓN ES EL AMOR”…
¿TU Y YO QUE GRITAMOS AL MUNDO
QUE ES NUESTRA VOCACIÓN?.
.
Me animo a abundar en el tema aunque reconozco que es poco mi conocimiento
al mismo… diría que nada por eso considero un atrevimiento de mi parte... pero aquí vamos... bajo la mirada de la Mater...
“Mi vocación es el Amor…” gritaba Teresita cuando descubrió su hermosísima
misión tan trascendental y tan divina… “En el Corazón de la Iglesia… yo seré el
Amor”…repetía Teresita hasta la saciedad…lo repetía con el alma…con el
corazon…con la vida… Lo vivió intensamente... lo saboreo gustusamente... ese Amor que se convirtió en su ideal personal...
Cuando ella, siendo tan niña, adopto
a Panzini como su hijo… su hijo perdido en las tinieblas del pecado. Por su
ofrecimiento al amor de Misericordia, recibe el don de amar con el Corazón del
Dios. Ah…que gracia más exquisita pero también preámbulo del combate espiritual
que iniciara hasta el último suspiro de vida. Dios la prepara para la conquista
de las almas.
Con Pranzini, Dios permite que su
alma no reciba sobre si toda la desesperación y la amargura que podían
aprisionarla…sumiéndola en el desaliento. Este acontecimiento sirve para
prepararla espiritualmente. Dios le concede esa fuerza invencible que es “amar
con el Corazón Divino”.
¿Pero es solo esta gracia para Teresita?…Estoy convencida que no…no lo es.
Me parece que es una gracia que todos podemos recibir si nuestra alma
experimenta el deseo y la vivencia de vivir solo para Dios…agradándole y
obedeciéndolo en TODO…deseando ardientemente y buscando en todo momento la
conversión de las almas con nuestra pequeña oración de fuego… con nuestro
“aporte al Capital de Gracias”…con nuestra entrega como “victima de Amor al
Amor Misericordioso”…con la confianza exageradísima y el abandono total que
cultivaba Teresita y tantos santos… ¿qué digo? todos los santos…confianza y abandono a la Voluntad
y Misericordia Divina…
Decía, en forma de amonestación, Santo Domingo Savio, en
una de sus apariciones, a don Bosco, “que no había visto, don Bosco, mayor
cantidad de milagros pq no había confiado MAS…MUCHO MAS en Dios”…, esto le
causo gran tristeza a don Bosco comprometiéndose a confiar ciegamente en la
Misericordia Divina y el Poder Divino…
¡Oh cuanta cantidad de milagros maravillosos se dieron entonces! El
secreto es la confianza ciega en Dios…en la Mater…el abandono total en su
obrar… a la hora…lugar y en el momento de Dios…
Esa confianza en Teresita paso los limites…confiar siempre…invencible
confianza de saberse…de estar siempre…siempre…de estar a pesar de todo…de las
miserias…pecados…debilidades…flaquezas humanas…de estar suceda lo que suceda,
EN LOS BRAZOS DE DIOS. Teresita se sabía
así…estaba convencida que nada ni nadie podía arrancarla de los brazos de Dios.
La seguridad que da este convencimiento hace al alma remontar y volar a grandes
alturas como apóstol, como misionero, como soldado, como víctima.
El Amor a Dios permite que Teresita libremente y voluntariamente se
ofrezca al Amor Misericordioso…
aceptando todas las consecuencias…simplemente y puramente por Amor a Dios…para
devolverle al Padre los hijos extraviados…uniéndose al misterio de la
redención… con Jesús y la Mater.
El hermano Daniel Ángel nos dice en su
hermoso libro
“Las Heridas que sana el Amor”:
1- Si Teresita acepta que su alma
sea “invadida por las mas espesas tinieblas” ---esas tinieblas “que no han
comprendido que su Rey era la luz del mundo—ha sido para que “todos aquellos
que no han sido iluminados por el rayo luminoso de la Fe, lo vean finalmente
brillar”, y para que ella pueda ser introducida con ellos en “su luminoso
Reino.” Y así el Señor “la ha tomado de la mano y la ha destinado para hacer
sacar del calabozo a quienes habitan en
las tinieblas.” (Is. 42,6)
2- Si Teresita acepta comer sola
el pan de la prueba”, ha sido para que “esta mesa manchada por ellos sea
purificada”: y purificada por alguien que simplemente ama ahí en donde nadie
ama.
3- Si ella es feliz de no gozar
de ese bello cielo en la tierra, es para que El lo abra “para la eternidad a
los pobres incrédulos”.
4- Si Teresita está dispuesta a
“derramar hasta la última gota de su sangre para confesar que hay un cielo”, es
con la esperanza loca de poder “impedir o reparar una sola falta cometida
contra la Fe”.
5- Si ella prueba cualquier cosa
de su agonía, siendo más que nunca una niña siores, sus hermanos defensa, es
porque cada una de las agónicas de ellos se hace infancia. Para que toda
infancia soportada (¿Cuánta incredulidad no se origina ahí?) se convierta en
infancia nueva, acogida.
6- Si ella está sola con los
desolados, es para que su abandono sea habitado por una presencia.
No es simplemente un “estar con”
sino un compartir en el sentido de un cambio bilateral. Ella no toma el pan que
ellos le ofrecen, sino para darles el que recibe en la mesa de su Señor. Ella está
sentada a la mesa y al mismo tiempo la sirve.
Ella quiere meterles en los
labios ese “Papa” que recibe de JESUS, y ese “JESUS te ama” que recibe del
Padre.
Y que de esta manera, sean
“reenviados justificados” es decir, niños pequeños libres amando porque son
amados. Como Teresita. Quiere multiplicar las Teresas para gozo de JESÚS. Su
ambición: que todos los pecadores, sus hermanos lo sean. Ella, Teresita sabe
que pueden. Precisamente porque son pecadores.
Me parece que el Amor de Dios vivido, amando con el Corazón Divino…nos
regala alas para volar y remontarnos a alturas insospechadas…El dilema esta…en
cuanta sinceridad hay en nuestro deseo
de amar a Dios…en nuestro grado de compromiso con ese Amor…en nuestra libre y
voluntaria aceptación a las consecuencias de ese Amor…que solo en el Cielo
descubriremos el valor y la grandeza de nuestra pequeña entrega incondicional a
amar a Dios… como Dios nos ama.
Las alas de Teresita deben ajustarse a todas las almas que quieren
vivir
amando y amar viviendo a Dios al gusto divino…
Desde la Soledad del Sagrario
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