Pensaba y requeté pensaba
si nos tocara regresar en estos momentos a la casa celestial... me pregunto si,
¿hemos alcanzado el grado de santidad que el Padre Dios nos ha concedido
alcanzar???
Es que lo pienso y no
puedo dejar de pensar, aunque entiendo, que muy pocos se preocupan por tema tan
importante como este. Me pregunto y les pregunto: ¿Hemos trabajado lo
suficiente por llegar a obtener ese grado de santidad que nuestro buen Padre,
ha dispuesto para cada alma en particular??
Por otro lado, no puedo
evitar una pregunta que fluye en mi interior, ¿estamos dispuestas a abrazarnos,
sin condiciones, a la Voluntad Divina, esa que provee y permite el sufrimiento
en nuestras vidas??
¿Cómo ha sido nuestra
respuesta, a esas sorpresas que nos han hecho temblar y cuantas veces caer, por
el peso del dolor??? Por otro lado, ¿nos
hemos detenido a contemplar y a perder tiempo en las bagatelas de este mundo?? Ah, qué fácil es desviarse del camino y
olvidarlo todo, todo… entrando por caminos que nos alejan de Dios, ocupando el
lugar de Dios en nuestro corazón y en nuestro pensamiento.
Y seguimos preguntándonos…
¿Hemos inculcado a los niños el deseo de alcanzar la meta que es la santidad?? ¿Le
hemos hablado del peligro eminente que existe de desviarnos de camino?? ¿Hemos sido lo
suficientemente entusiasta con el "regreso a casa" que hemos
transmitido a los niños el gozo y la necesidad de procurar trabajar,
agrandándole a Dios y viviendo la voluntad divina en todo momento?? A los niños
hay que enamorarlos de la verdad que estamos camino “a regresar a casa”.
El corazón necesita ser
sincero. Hay que contestar con honradez y pura sinceridad, para así saber por dónde
andamos parados. ¿Hemos sido ejemplo
vivo, para la familia, de vivir conquistando las virtudes a tal grado, que la
familia ha sentido la necesidad de imitarnos??? ¿Le hemos hablado con gozo, a
nuestros niños, que somos simplemente peregrinos en esta vida; que nuestra
verdadera patria es el cielo??? ¿Qué nuestro
hogar es el Cielo??
¿Estamos preparados a
partir en cualquier momento, porque el corazón ya reside en el cielo? …Porque
hemos trabajó incansablemente por llegar
al puerto seguro de la eternidad. Porque
nuestro mayor anhelo es "no perder el regreso a casa"
Si, hoy pensaba y requeté
pensaba..."en el regreso a casa."
Me pregunto, ¿si ustedes han pensado lo mismo en algún momento??? Porque hay que pensarlo y requeté pensarlo…
la eternidad está a la vuelta de la esquina… perderla es cosa de “perdedores”…
Bendecido día.
Desde la Soledad del
Sagrario
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