sábado, 2 de julio de 2016

Mamá ..."qué bien se está aquí"

Son las 4:20 de la tarde. El  día de hoy va pasando,  para dentro de unas cuantas horas dejar amanecer un nuevo día. Otro día que termina. Otro día que quedan plasmadas nuestras palabras dichas y nuestras acciones en el libro de la vida.

Otro día donde no tendremos oportunidad de arreglar aquella virtud que dejamos de hacer. Aquel defecto por el cual nos dejamos vencer. Una mirada poco caritativa, una palabra cargada de coraje. Un gesto de soberbia. Una postura poco cristiana, negando la ayuda necesaria. No dar la milla extra sacrificándonos por amor a Cristo y a los hermanos. 

Cuantas cosas que ya no podemos cambiar. Todo queda plasmado en el libro de la vida. El cansancio que nos vence negándonos a vivir la caridad exquisita al servicio siempre lleno de gozo y de entusiasmo. El egoísmo que reclama "ya está bueno, esto es un abuso, hay que pensar en mi", dejándonos vencer por los argumentos del enemigo. La razón no grita. La verdad no desplaza la caridad. 

Hoy un día para haber vivido exquisitamente gastándonos en amor a Cristo, a los demás.

Hoy un día más para mostrar a la familia cuánto vale para Mamá, estando mamá dispuesta a cualquier sacrificio pequeño por lograr una sonrisa en esos rostros tan queridos.

Mamá se desborda preparando con tanto entusiasmo la comida. Ella es la reina en la cocina. Sabe cómo disfrazar los alimentos para que la familia coma sanamente, simples manjares que a la vista se ven espectaculares y al gustar saben rico.

Hoy un día donde se depositan nuestro capital de gracia en el banco inmaculado. Que la cuenta bancaria este ricamente llena del afecto, la ternura derramada por un corazón que sabe del amor al sacrificio. Quien se sacrifica por los suyos muestra un corazón capaz de amar hasta las últimas consecuencias.

El mayor sacrificio de una esposa y madre de familia es hacer del hogar un lugar tan cálido  y tan a gusto,  que la familia guste quedarse en casa...porque en casa hay paz, hay amor y hay atención. En el hogar siempre  hay algo interesante que hacer o qué conversar como familia.

La mujer schoenstattiana, esposa y madre, sabe hacer que su hogar sea una prolongación de aquello de "qué bien se está aquí; de aquí yo no me iría"... Con la Mater el hogar se convierte en un verdadero Santuario Hogar.


Bendecida tarde. 🌹

Desde la Soledad del Sagrario

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