Son las 4:20 de la tarde. El día de hoy va pasando, para dentro de unas cuantas horas dejar
amanecer un nuevo día. Otro día que termina. Otro día que quedan
plasmadas nuestras palabras dichas y nuestras acciones en el libro de la vida.
Otro día donde no tendremos oportunidad de
arreglar aquella virtud que dejamos de hacer. Aquel defecto por el cual nos dejamos vencer. Una
mirada poco caritativa, una palabra cargada de coraje. Un gesto de soberbia.
Una postura poco cristiana, negando la ayuda necesaria. No dar la milla extra sacrificándonos
por amor a Cristo y a los hermanos.
Cuantas cosas que ya no podemos cambiar. Todo
queda plasmado en el libro de la vida. El cansancio que nos vence negándonos a vivir la
caridad exquisita al servicio siempre lleno de gozo y de entusiasmo. El egoísmo que reclama "ya está bueno, esto
es un abuso, hay que pensar en mi", dejándonos vencer por los argumentos
del enemigo. La razón no grita. La verdad no desplaza la
caridad.
Hoy un día para haber vivido exquisitamente
gastándonos en amor a Cristo, a los demás.
Hoy un día más para mostrar a la familia cuánto
vale para Mamá, estando mamá dispuesta a cualquier sacrificio pequeño por
lograr una sonrisa en esos rostros tan queridos.
Mamá se desborda preparando con tanto entusiasmo
la comida. Ella es la reina en la cocina. Sabe cómo disfrazar los alimentos
para que la familia coma sanamente, simples manjares que a la vista se ven
espectaculares y al gustar saben rico.
Hoy un día donde se depositan nuestro capital de
gracia en el banco inmaculado. Que la cuenta bancaria este ricamente llena del
afecto, la ternura derramada por un corazón que sabe del amor al sacrificio. Quien se sacrifica por los suyos muestra un
corazón capaz de amar hasta las últimas consecuencias.
El mayor sacrificio de una esposa y madre de
familia es hacer del hogar un lugar tan cálido
y tan a gusto, que la familia
guste quedarse en casa...porque en casa hay paz, hay amor y hay atención. En el hogar siempre hay algo interesante que hacer o qué
conversar como familia.
La mujer schoenstattiana, esposa y madre, sabe
hacer que su hogar sea una prolongación de aquello de "qué bien se está
aquí; de aquí yo no me iría"... Con la Mater el hogar se convierte en un
verdadero Santuario Hogar.
Bendecida
tarde. 🌹
Desde la Soledad
del Sagrario
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